Alrededor de 214 millones de mujeres en edad reproductiva que no desean quedarse embarazadas no utilizan métodos anticonceptivos seguros y efectivos por causas que van desde la falta de acceso a información o servicios hasta la ausencia de apoyo de sus parejas o comunidades.

La mayoría de esas mujeres que no pueden satisfacer su necesidad de contraceptivos viven en 69 de los países más pobres del planeta, según datos del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA, por sus siglas en inglés) difundidos con motivo del Día Mundial de la Población, que se celebra este martes.

Según datos del UNFPA, recogidos por Servimedia, se calcula que la población mundial crece a un ritmo de 83 millones de personas al año. Asumiendo que la fertilidad seguirá disminuyendo, según la variante media de las proyecciones, se espera que la población del planeta alcance los 8.600 millones de personas en 2030, los 9.800 millones en 2050 y los 11.200 millones en 2100.

Fueron necesarios cientos de miles de años para que la población mundial llegara a 1.000 millones y en apenas 200 años creció siete veces, puesto que alcanzó la cifra de 7.000 millones en 2011 y actualmente se sitúa en unos 7.500 millones.

Este crecimiento demográfico ha sido impulsado en gran medida por el aumento del número de personas que sobreviven a la edad reproductiva y ha estado acompañado de cambios importantes en las tasas de fertilidad, urbanización creciente y aceleración de las migraciones.

TENDENCIAS

En el pasado reciente hubo enormes cambios en las tasas de fecundidad y en la esperanza de vida. A principios de los años 70, las mujeres tenían de media 4,5 niños cada una, pero la fertilidad global en 2014 cayó a 2,5 hijos por mujer, mientras la esperanza de vida media mundial ha aumentado al pasar de de 64,8 años en la década de 1990 a 70,0 años en la actualidad.

Además, el UNFPA señala queen el mundo se están produciendo altos niveles de urbanización y se acelerando la migración. El primer año en que las personas vivieron más en las zonas urbanas que en las rurales fue 2007, y se cree que el 66% de la humanidad vivirá en las ciudades en 2050.

Esa agencia de la ONU subraya que esas tendencias tienen implicaciones a largo plazo porque afectan al desarrollo económico, el empleo, la distribución de los ingresos, la pobreza y la protección social, así como a los esfuerzos para asegurar el acceso universal a la atención médica, la educación, la vivienda, el saneamiento, el agua, los alimentos y la energía.

Para responder de manera más sostenible a las necesidades de las personas, el UNFPA indica que los responsables de la puesta en marcha de políticas deben comprender cuántas personas viven en el planeta, dónde están, cuántos años tienen y cuántas personas vendrán después de ellas.