¿Quién es Elena Cañizares y por qué es tendencia en Twitter?

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Twitter, esa red social tan amada por algunos y tan odiada por otros, no suele dejar indiferente a nadie cuando ocurre alguna denuncia pública en su seno. Famosos y personas anónimas se lanzan a opinar, criticar, ayudar y comentar. ¿Qué ha ocasionado el revuelo esta vez y quién es Elena Cañizares?

Aella Pazos

Me declaro fiel amante de twitter. Me encanta, aunque no suelo enterarme de las tendencias hasta que ya han sucedido y tengo que pedir que alguien me las explique. Y hoy es uno de esos días. Este pasado fin de semana, Elena Cañizares fue tendencia en twitter. Confieso que vi el hilo mencionado en mi “timeline”, pero no le hice caso. Uno de tantos. Y hoy, visto que todo el mundo lo mencionaba, hasta Ángel Martín en su informativo matinal, me he visto casi obligada a preguntar, ¿Qué ha pasado con esta tal Elena Cañizares? Y he llegado al famoso hilo, que ya ha borrado de las redes.  Aquí os lo resumo.

Elena Cañizares era una chica normal y corriente, estudiante de enfermería. Se vió obligada a tomar la PCR porque estaba en prácticas, y dió positivo. Sus compañeras de piso, ante la noticia, reaccionaron de forma… ¿cómo decirlo? No muy agradable. Elena, con todas las medidas impuestas en la cabeza, les dijo que no saldría de su cuarto y que ellas solo tenían que calentar tuppers y dejarlos en la puerta de la habitación. Sus compañeras dijeron que ellas tenían otras cosas que hacer y que no eran responsables y no tenían por qué encargarse de ella. Además, le piden que abandone el piso y se vaya a pasar la cuarentena a casa de sus padres, ambos personas de riesgo, para no contagiarlas a ellas. 

Con estas demandas, ya empezamos mal. Parece que las muchachas no leyeron las medidas en caso de dar positivo en una PCR, según la cual no puedes trasladarte a pasar la cuarentena donde te venga en gana. Y se preocupan más por ellas mismas, personas jóvenes que si cumplen las medidas de seguridad deberían estar relativamente bien, que por los padres de Elena, ambos personas de riesgo, repito. Todas aseguran que si ellas dan positivo en la PCR se irán a su casa a pasar la cuarentena y acusan a Elena de no importarle la salud de las demás. 

Primero, ellas también tienen que cumplir cuarentena por haber estado en contacto con Elena, por lo que no pueden irse a ningún lado y, si dan positivo, menos aún. Y segundo, ¿Que no está pensando en ellas? Les dijo que ella no saldría de su cuarto más que para ir al baño y a calentarse la comida si ellas no querían hacerse cargo, siempre que no hubiese nadie y llevando doble mascarilla, guantes y desinfectando todo tras usarlo. A mi eso me parece pensar en los demás. 

Y lo mejor viene después. Elena ha subido a su hilo las conversaciones y los audios que sus compañeras y ella tuvieron, y una de ellas, tras bloquearla de whatsapp, le pide que la desbloquee para pedirle perdón. ¿Le pidió realmente perdón? La respuesta no os sorprenderá.

Claro que no, de hecho, la atacó de nuevo afirmando que Elena estaba solo pensando en sí misma. 

En realidad, todo este follón os lo cuento porque me ha hecho reflexionar sobre los límites de la moralidad del ser humano y sobre la hipocresía. Aparte de lo que piense con respecto a Elena y sus compañeras de piso, creo que simplemente el miedo es más fuerte que ellas, y prefieren asegurar su propio bienestar al de ningún otro. ¿Acaso no es un instinto natural de supervivencia? Mandar el peligro lejos para el propio bienestar. Y sin embargo, en nuestra sociedad, donde se nos enseña a reaccionar siguiendo una lógica y no impulsos, su conducta genera rechazo, vergüenza y pena debido a que nos resulta terriblemente egoísta y poco solidario para con el otro, además de estar rompiendo las medidas de seguridad de cumplir lo que afirman, de irse a pasar la cuarentena a su casa si dan positivo.

No pretendo excusar sus actos, que no me parecen correctos ni mucho menos, pero es curioso como aunque en un momento de calma podemos ser fríos y lógicos y afirman que nunca haremos una cosa, para, en el momento de la verdad, hagamos exactamente aquello que dijimos que no haríamos. La famosa hipocresía, tan condenada y tan común. Me pregunto hasta qué punto nuestra sociedad ha racionalizado el pensamiento, y a condenado los instintos de supervivencia en la hipocresía. No me parece necesariamente mal, ya que afirmamos ser sujetos inteligentes, que menos que intentar actuar como tales. Pero claro, aquí entraríamos en un debate sobre qué se considera ser inteligente y si entra la inteligencia instintiva como tal. No me voy a meter hoy en ese debate. 

La intención de este artículo es reflexionar. Si he conseguido eso, me doy por satisfecha. Menos llenar la boca con palabras de crítica y más reflexionar sobre las razones que llevan al ser humano a actuar de x o y manera. A veces la respuesta es más simple de lo que parece, y a veces, más compleja. Elena Cañizares, gracias por hacerme reflexionar.