El libro de Irene Vallejo, “El infinito en un Junco”, bien podría ser una historia transmitida por oradores nómadas, de boca a boca y de pueblo en pueblo. La historia que todo el mundo espera oír, colmada de acción, distintas épocas, gente valiente y poderosa. Una historia digna de ser escuchada al calor de la hoguera bajo una noche estrellada.
Empecé a leer el libro de Irene Vallejo (Twitter) al poco de descubrir que existía, es decir, cuando se le concedió el Premio Nacional de Ensayo. Dejé todos los libros que estaba leyendo en ese momento, y me puse inmediatamente con él. Buscando huecos, aprovechando horas muertas, fui introducida en esta preciosa historia.
- Irene Vallejo es Dra en Filología Clásica por las universidades de Florencia y Zaragoza.
Colabora con El País y con el Heraldo de Aragón haciendo columnas que ha recopilado en dos libros, El pasado que te espera y Alguien habló de nosotros. Publicó su primera novela en 2011, llamada La luz sepultada, una historia de suspense. Y ha cultivado también la literatura infantil y juvenil.
- Reseña
Como amante de los libros, no podría haberme gustado más la historia. Un recorrido por la historia del libro como soporte, de la escritura como herramienta para poner por escrito historias, testimonios, contabilidad, poesía o fantasía. Y un diálogo precioso con Irene, que parece que narra y te habla a la vez.
Escribe como los ángeles. Sin ser yo muy ducha en el género ensayístico, su forma de escribir llena de metáforas modernas o clásicas para ejemplificar, clara a pesar de toda la información técnica, amena y entretenida, me cautivó. No me resulta fácil “engancharme” a un libro, pero este lo he disfrutado como solo disfruto los mejores libros de fantasía.
¿Aprender historia? Hecho. Irene te saca a pasear por la Grecia clásica, por las incursiones de Alejandro Magno hacia la India, visitas a su lado Egipto y las primeras bibliotecas. Te habla de librerías de su infancia y del valor de los libros para los romanos. “El infinito en un Junco” es toda una experiencia que, con un poco de imaginación, es mejor que cualquier película. Y, a veces, te hace llorar como el más triste de los dramas románticos al leer sobre la destrucción de libros, la censura, la opresión.
Qué decir en una reseña de un buen libro salvo que lo leáis. Que sintáis cada una de sus páginas y disfrutéis del viaje. Uno no sale de ese libro sintiendo lo mismo por los libros que antes. Termina amándolos aún más, si cabe. Y aprovechando que estamos ya casi en navidades, ¿Qué mejor regalo para ese/a amante de los libros? No le va a decepcionar, lo aseguro.