Las mujeres con daño cerebral sienten más discriminación por su condición de discapacidad que los hombres

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Las mujeres con daño cerebral sienten, en términos generales, que viven más situaciones de discriminación por su condición de discapacidad que los hombres, según los resultados del informe ‘La situación de las mujeres con daño cerebral en España’, elaborado por la Federación Española de Daño Cerebral (Fedace).

Las conclusiones de esta investigación se han puesto de manifiesto durante una jornada online organizada este miércoles por la agencia de noticias Servimedia junto a Fedace, en la que participó el director general de Discapacidad del Gobierno de España, Jesús Celada.

El daño cerebral es una lesión repentina en el cerebro. Se caracteriza por su aparición brusca y por el “conjunto variado de secuelas” que presenta según el área lesionada y la gravedad del daño. “Estas secuelas provocan anomalías en la percepción, alteraciones físicas, cognitivas y emocionales”, subraya el informe de Fedace. La principal causa de daño cerebral es el ictus, seguida de los traumatismos craneoencefálicos y enfermedades como las anoxias, los tumores cerebrales o las infecciones.

El daño cerebral cambia la vida de las personas afectadas y de sus cuidadores. Además, también influyen otros parámetros como la edad o el sexo. Según los resultados del informe, las mujeres con daño cerebral sienten que viven más situaciones de discriminación por su condición de discapacidad que los hombres. En términos generales, los ámbitos en los que las personas con daño cerebral se han sentido discriminadas fueron: empleo, accesibilidad, vida cotidiana y ocio, transporte y formación.

“Cuando hablamos de una mujer con daño cerebral adquirido, lo primero que os diría es que somos mujeres. Simplemente. Tenemos los mismos problemas que puede tener cualquier otra mujer, sólo que se agravan por el hecho de que presentamos una discapacidad”, declaró la presidenta de la Asociación Ateneu Castellón y patrona de Cermi Mujeres, Amalia Diéguez, mujer con daño cerebral adquirido.

En España hay más de 220.000 mujeres con daño cerebral. En un 81% el daño fue producido por un accidente cerebrovascular. El otro 19% agrupa otras causas como traumatismos craneoencefálicos, anoxias o tumores cerebrales, entre otros. La entidad destaca que cada año se suman 60.000 nuevos casos de mujeres con daño cerebral.

En cuanto a la incidencia por comunidades autónomas, en términos absolutos destacan Cataluña, la Comunidad Valenciana, Andalucía y la Comunidad de Madrid. En términos relativos, La Rioja presenta la tasa más alta (113 por cada 100.000 habitantes), seguida de Cataluña, Islas Baleares y Galicia, según expuso Mar Barbero, directora gerente de Fedace.

En el aspecto laboral, las mujeres suponen el 41% de las personas con daño cerebral en edad laboral (57.046 mujeres). De ellas, el 65% es mayor de 45 años, lo que supone un desafío para su inclusión en un mercado precario y con tendencia a la discriminación de las personas de esta edad. La aparición del daño cerebral supone una salida masiva del mercado de trabajo tanto para mujeres como para hombres, destaca el informe de Fedace.

En este sentido, los prejuicios tienen un papel clave. Algunas de las personas sin daño cerebral que se relacionen con personas afectadas pueden pensar “a esta mujer qué le va a pasar, si está mejor que yo”. Sin embargo, las secuelas invisibles, como la de esta lesión, son las más complicadas de entender para la sociedad.

“Las mujeres afectadas muchas veces manifiestan que se sienten incomprendidas. Cualquier persona puede tener un daño cerebral adquirido y no detectarlo. Un daño cerebral no tiene por qué ser excluyente”, manifestó durante su intervención Ana Aznar, neuropsicóloga y psicóloga de la Clínica de la Asociación Ateneu Castellón. También contó que el proceso en el que la propia persona acepta la nueva realidad con el daño cerebral es clave y requiere de una adaptación de la familia.

El director general de Políticas de Discapacidad del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, Jesús Celada, recalcó que “no es que esté de moda” hablar de mujer y discapacidad, sino que “es una necesidad”. También recordó la importancia de no caer en los estereotipos ni en los prejuicios.

“Con dos amigos con daño cerebral he descubierto que las personas con daño cerebral están perfectamente cualificadas para desarrollar trabajos y desempeñar una labor en las mismas condiciones y con el mismo nivel de esfuerzo y superación que intentamos tener el resto. Nosotros mismos prejuzgamos y mermamos sus capacidades”, dijo.

(SERVIMEDIA)