Hoy, hablaremos de la motricidad fina y de los beneficios que tiene para tus hijos.
El control de la motricidad fina es la coordinación de músculos, huesos y nervios para producir movimientos pequeños y precisos. Gracias a este tipo de motricidad, podremos hacer trabajos más minuciosos. Cuanto más pronto se trabaje este tipo de motricidad, más independiente será nuestro hijo. También es la coordinación de los movimientos musculares pequeños que ocurren en partes del cuerpo como los dedos, generalmente en coordinación con los ojos. En relación con las habilidades motoras de las manos y los dedos, el término «destreza» es él que más se utiliza.
Para la práctica de hoy utilizaremos un colador de metal, algo duro, una aguja grande que tenga la punta de roma (preferiblemente) o si tienen aguja de plástico mejor y por último lana o cinta.
La actividad consistirá en que se le enseñará al niño primero los materiales, y se le enseñará como utilizarlos. En este caso tendrán que dar punzadas en el colador con la lana y la aguja. Tendrán que estar muy concentrados para realizar bien la actividad. A continuación dejaremos al niño o niña que lo haga por sí solo, y estaremos atentos en todo momento.
Los beneficios de esta práctica es que el niño se concentra, desarrolla los músculos de la mano, y desarrolla también la paciencia.
¡A JUGAR!