Unicef advirtió este jueves de que más de 10,5 millones de niños viven en los países que podrían sufrir los daños causados por el huracán Irma, y de ellos más de 3 millones son menores de 5 años.
Unicef alerta de que cientos de miles de niños pueden sufrir los peores efectos de la tormenta, siendo aquellos que viven en las zonas costeras los que corren mayor riesgo, señala la organización en un comunicado.
«Los fuertes vientos y las lluvias torrenciales ya han atravesado algunas de las islas más pequeñas y más expuestas del Caribe Oriental, incluyendo Anguila y Barbuda», explica Patrick Knight, director de Comunicación de Unicef en la zona en declaraciones desde Barbados. «Los daños producidos hasta ahora evidencian que estamos ante graves niveles de destrucción. Nuestra prioridad es llegar a todos los niños y familias de las comunidades afectadas tan pronto como sea posible».
La preocupación inmediata de Unicef es proporcionar agua potable y saneamiento a las comunidades, así como ofrecer servicios de protección para niños y adolescentes, incluyendo asistencia psicosocial a las poblaciones afectadas. Unicef también apoyará el restablecimiento de los sistemas educativos y de aprendizaje temprano como los espacios seguros para la infancia.
Antes de la tormenta, Unicef preposicionó suministros humanitarios fundamentales en Antigua, Barbuda y Barbados para asegurar, en coordinación con las autoridades locales, una rápida distribución de estos bienes a las poblaciones afectadas. Estos suministros incluyen agua, alimentos y medicinas, provisiones para el tratamiento de agua, kits de higiene, refugios provisionales y materiales educativos.