El trabajo de un/una docente es mucho más que estar en un aula, mantener el orden y hacer que el ambiente de trabajo sea bueno entre los alumnos. Hay una cantidad de tareas tanto dentro como fuera del centro que es invisible a los ojos de la sociedad y de sus administradores educativos
Hay hasta doce funciones que el profesorado tiene que cumplir. Entre estas funciones destacan por ejemplo; evaluar el proceso de aprendizaje del alumnado y los procesos de enseñanza; tutorizar alumnos, dirigir y orientar su aprendizaje; orientar educativa, académica y profesionalmente; atender al desarrollo intelectual, afectivo, psicomotriz, social y moral del alumnado; organizar actividades complementarias, dentro o fuera del recinto educativo; informar a las familias sobre el proceso de aprendizaje de sus hijos e hijas; coordinar actividades docentes, de gestión y de dirección que les sean encomendadas; investigar, experimentar y mejorar los procesos de enseñanza; etc.
La mayoría de estas funciones llevan consigo varias tareas, algunas de ellas muy complejas que exigen una especial preparación para llevarlas a cabo en beneficio del alumnado. Se trata pues de una tarea compleja y de responsabilidad que no siempre es reconocida, incluso se llega a desprestigiar.
Un caso concreto en el que puede decirse que se desprecia el trabajo de los docentes es en las oposiciones que estos han de realizar para obtener una plaza en un centro público. En esta caso ocurre que se afirma que se van a contabilizar créditos de formación, pero sin especificar cuántos, ni qué peso concreto van a tener en el baremo de méritos de las futuras oposiciones, lo único que sabemos es que no van a poder ser utilizados como mérito por servicios prestados en las futuras oposiciones, explica Lanza Diario de la Mancha.
El desdoro de este trabajo se muestra en varios aspectos, según la encuesta realizada por Inma Pagan. Por ejemplo, antes se tenía mucho más respeto a los profesores, que eran una referencia a nivel cultural. Ahora es diferente, los niños son menos obedientes. Por otro lado con la creación de los consejos escolares los padres empezaron a formar parte activa del centro y creen que ésta puede ser realizada por cualquiera.
Esta deshonra también puede darse ya que los profesores se encuentran solos ante la educación de los niños. Los padres también tienen que formar parte de la enseñanza de sus hijos.
Asimismo, los motivos de difamación, son la falta de autoridad del profesor, lo que hace el profesor lo puede hacer cualquiera y porque son maestros por la comodidad de la profesión.
En suma, existe un desprestigio generalizado de la profesión. Lo que provoca este tipo de acciones por parte de las familias, menores e incluso las instituciones. Hace unos días se hacía viral en Twitter el comentario de una alumna que hablaba de que su profesora, a la que fue a visitar para agradecerse su trabajo durante el año, no iba a volver el próximo curso académico ya que el salario era peor que cualquier otro trabajo en el que se requiere menos formación y existe menos responsabilidad.