El museo que demuestra que «tocar acerca el arte, no lo estropea»

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Algo más de 17.600 personas visitaron el año pasado el Museo Tiflológico de la ONCE en Madrid, un espacio donde todas las maquetas, esculturas y obras expuestas «se pueden ver y tocar».

Así lo declaró a Servimedia María José Sánchez Lorenzo, coordinadora de este museo, que toma su nombre del término ‘tiflos’, con el que en la Antigua Grecia designaban a los ciegos. Sánchez está convencida de que «bien educado, el tacto es un instrumento idóneo de acceso al arte».

A su juicio, la inmensa mayoría de los museos «funcionan con muchos prejuicios sobre las personas ciegas y con otras discapacidades». «La gente suele pensar que, si nos dejan tocar las obras, nos las vamos a cargar», y esto se debe a que, en su opinión, «muchas personas no saben cómo tocan los ciegos».

«Para reconocer formas y espacios basta con mover las manos de forma suave por toda la superficie; del mismo modo, nos podemos hacer idea del volumen de manera muy sutil, acariciando la pieza». «Una persona ciega ni arranca ni rompe al tocar», y puede desde luego hacerse una idea muy cabal de cómo es una obra mediante el tacto, argumenta.

Por ello, este sentido se convierte en una vía perfecta de acceso al arte para dicho colectivo. De esta prremisa parte el Museo Tiflológico de la ONCE, que desde 1992 acerca el arte y la cultura a las personas ciegas o con discapacidad visual grave, al tiempo que anima al conjunto de la ciudadanía a conocer la oferta cultural de la ONCE «y, a través de ella, a la organización».

Sus salas albergan cuatro colecciones permanentes: maquetas de monumentos arquitectónicos de todo el mundo, obras de artistas con discapacidad visual grave, material tiflológico a lo largo de la historia y libros en braille y otros sistemas de escritura.

Se trata, en suma, de un verdadero repaso a la cultura accesible para personas ciegas a lo largo de las últimas décadas.

INCLUSIÓN

Con motivo del Día de los Museos que se celebra mañana, lunes, el Tiflológico de la ONCE ha organizado varias iniciativas, como el concurso de modelado en plastilina para que los niños reproduzcan en sus casas las principales maquetas del museo o el encuentro online ‘En lo tocante a tocar’, sobre la importancia del tacto como medio para disfrutar del arte.

Bajo el lema ‘Museos por la igualdad: diversidad e inclusión’, el Día de los Museos de 2020 quiere reflexionar sobre los prejuicios implícitos en los relatos que estos espacios de cultura ofrecen al público.

«En general, están pensados para personas que pueden ver, oír y moverse con ‘normalidad'», apunta Sánchez Lorenzo. «Se tiene el prejuicio del tacto al que antes aludí sobre las personas ciegas», pero también hay prejuicios sobre el arte y la discapacidad intelectual o física.

En este sentido, el museo Tiflológico de la ONCE busca ser un espacio accesible e inclusivo para todos los públicos. La instalación es totalmente compatible con la app ‘Amuse Experience’, creada por ILUNION para que las personas ciegas, sordas y con otras discapacidades puedan recorrer los museos de forma autónoma. Utiliza un sistema de balizas marcadoras que guían al usuario conectado a la app por todo el recorrido, añadiendo información útil sobre cada obra y cada parada.

VISITAS VIRTUALES

Según Sánchez Lorenzo, unas 4.000 personas han visitado las colecciones permanentes del museo desde que en septiembre se puso en marcha esta posibilidad. Sin embargo, el inicio del confinamiento ha marcado «un antes y un después» en estas actividades, admite. «Ha ha habido un boom en los dos últimos meses» y, por este motivo, vamos a «ampliar las visitas virtuales a nuestras exposiciones temporales».

Destaca que el objetivo de estas experiencias es acercar la oferta cultural de la ONCE a la ciudadanía y, al mismo tiempo, animarles para que, cuando podamos volver a abrir, «vengan a visitar un museo que no deja indiferente a nadie».

Además, «trabajamos para que, en cuanto sea posible, las personas ciegas puedan tocar todas las piezas que se exponen», afirma.

«Vamos a respetar siempre las medidas higiénicas y de seguridad, pero volveremos a tocar todo lo que hay en el museo. Réplicas perfectas y con todo lujo de detalles de La Alhambra de Granada, de la torre Eiffel de París, del Coliseo de Roma y de la catedral de Santiago de Compostela, entre muchas otras, esperan las manos de su público. «Este es un espacio para todos y así seguirá siendo», concluye su directora.

(SERVIMEDIA)