La abogada de Juana Rivas admite que está «en una situación legalmente complicada»

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La abogada de oficio de Juana Rivas en Granada, María Castillo, reconoció este lunes que su clienta, quien se ha negado a entregar a sus hijos a Francesco Arcuri, su exmarido condenado por maltrato, «está en una situación legalmente complicada», puesto que «está asumiendo muchos riesgos legales».

Castillo informó en estos términos en declaraciones a la prensa a la salida del Juzgado de Primera Instancia número 3 de Granada, donde la madre de los menores estaba citada este lunes para dirimir sobre las medidas extraordinarias y urgentes en protección de los menores solicitadas por el progenitor, aunque no se presentó.

«Ahora mismo está en una situación legalmente complicada, obviamente», puesto que está «asumiendo muchos riesgos legales», reconoció la letrada, que quiso aclarar que Rivas «es perfectamente conocedora de todos los riesgos porque ha sido debidamente informada por todos los letrados que estamos asumiendo la representación de doña Juana».

En este sentido, manifestó que su cliente le pidió que trasladase a la opinión pública que «todo lo que está haciendo lo está haciendo por sus dos hijos» y que «como madre es la única que siente que a día de hoy debe proteger y seguir protegiendo a esos dos menores ante la desprotección que se le está dando por parte de las personas correspondientes».

Castillo, que explicó que fue la madre de los menores quien se puso en contacto con ella, detalló que, pese a no presentarse en el juzgado, «doña Juana no va a tener consecuencias legalmente de lo que ha ocurrido esta mañana porque por parte del jurado se ha entendido que estaba representada por su procurador y por la letrada que les está hablando», por lo que «solamente se acordarán o se desestimarán cualquiera de las medidas en cuanto a la petición por parte de la otra parte».

Finalmente, sobre una posible negociación de custodia compartida, Castillo afirmó que «lo que yo he hablado con el letrado de don Francesco Arcuri se queda entre conversaciones de letrados y por respeto a mi compañero no voy a admitirlo ni a desmentirlo».