El nuevo director del Instituto de Ciencias Matemáticas (Icmat), José María Martell, asegura que «hay que favorecer que las mujeres encuentren su sitio en las matemáticas y en las ciencias».

Aunque no es partidario de establecer cuotas, apuesta por políticas que puedan «favorecer» que esas disciplinas sean «igual de atractivas» para hombres y mujeres, «sin perder la excelencia».

El nuevo director del instituto, que lo capitaneará durante los próximos cuatro años, aseguró a Servimedia que su primer objetivo es «retomar la actividad» que se ha detenido por la crisis del Covid-19 y, posteriormente, incrementar los nieveles de excelencia «bastante altos» logrados por el Icmat, fichando «a los mejores de España y de fuera» y convertir el centro en un punto «de encuentro» para las matemáticas » a nivel mundial, «para producir matemáticas de primera calidad».

A nivel de gestión interna, reconoció, que tratará de «sumar» fuerzas entre los distintos integrantes que forman el instituto y de buscar más financiación. El Icmat es un consorcio del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y las universidades Autónoma de Madrid, Complutense y Carlos III.

«El presupuesto es el mayor problema que tenemos en este tipo de centros. Uno puede ser muy bueno, ser un sitio atractivo, porque tenemos matemáticos muy potentes y eso llama, pero hay que ofrecer unas condiciones razonables. Si hay que competir con Reino Unido o Estados Unidos, hay que ofrecer prestigio y buen ambiente y sueldos razonables», indicó. De momento espera la renovación en otoño del disitintivo Severo Ochoa, que que facilita financiación para hacer congresos y contratar personal.

Junto a su «preocupación» porque la reforma educativa permita legislar las matemáticas por decreto y no las blinde por ley, más difícil de modificar si hay un cambio de Gobierno, Martell revindicó las matemáticas «como un lenguaje». «Es como querer quitar la lengua o la historia, es una materia transversal, es un lenguaje universal, y no sólo de los de ciencias», aseguró.

«Las matemáticas son una herramienta que hay que utilizar. No se trata de dar a todo el mundo las matemáticas y que salgan del instituto con unas matemáticas avanzadas. Hay que dar la matemáticas a cada uno que necesita. Es la reivindicación que estamos haciendo. Se necesitan para el día a día», añadió, lamentando que «no hay ninguna asignatura de ciencias en el proyecto de ley».

«En este mundo tencológico, ¿por qué se dice que en determinados itinerarios no tienen que saber nada de matemáticas?», preguntó. «Es limitar y perder una parte de la formación», lamentó el nuevo director del instituto, que deja la puerta abierta a «revisar qué matemáticas se dan».

«Socialmente hay un problema que viene muy desde abajo, desde la Primaria. Cada vez se está enseñando menos a pensar y más a repetir. No se les hace razonar. Al final no se puede estimular el cerebro, cuando las matemáticas son razonamiento», expuso.

Martell también indicó que hay «un problema de formación en el profesorado», que convierte la asignatura «en el coco». «Es un prejuicio social, que son difíciles o que son para niños. No creo que las matemáticas sean más dificles que la lengua, quizás hay que trabajarlas más, explciarlas mejor y enseñar a pensar», zanjó.

(SERVIMEDIA)