Fernando Silva: “En España nunca me he sentido discriminado, sino más bien acogido”

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El odontólogo Fernando Silva llegó a nuestro país en 1991. Unos años más tarde abrió una clínica junto a su pareja, donde desarrolla su profesión

Fernando Silva. OdontólogoFernando Silva vino a España en septiembre de 1991. Se graduó en Buenos Aires, donde cursó hasta cuarto curso, pero al fallecer su padre, tuvo que regresar a Costa Rica donde tuvo dificultad para terminar sus estudios. Los cuales finalizó en 1987, año de su graduación.

En 1988 se casó en Costa Rica con una costarricense, hija de un español. Un año más tarde, en 1989 nace su hijo con una importante discapacidad, que para su mujer María es un mazazo muy importante.

“Costa Rica es un país muy pequeño, pensé”, nos contaba Fernando Silva que creyó que sería más fácil para mi mujer vivir en España. Esto le trae a nuestro país y en 1991 empieza en España en el Hospital San Rafael un Máster en Odontopediatría. “En 1992 homologué mi título en España, incorporándome al Colegio de Odontólogos”, nos recuerda.

Se separó de su mujer, que se suicidó en 1996. Un relato terrible que Fernando Silva, nos explica al tiempo que nos cuenta que dos años antes había conocido a la que se convertiría posteriormente en su mujer. Juntos hicieron una sociedad con la que abrieron una clínica en la localidad toledana de Juncos, en la que siguen trabajando: él como odontólogo, ella como auxiliar de clínica.

En los siguientes años siguió completando su formación con un Máster en la Universidad de Sevilla sobre “Pacientes médicamente comprometidos”; y una Maestría de Implantalogía en 2012.

“Cuando la gente me pregunta de dónde eres, les respondo que soy nacido en Costa Rica pero soy más español que tú ¿por qué? Porque yo escogí ser español y sigo encantado de haber hecho esta elección”, nos cuenta.

Diferencias entre Costa Rica y España

Cuando llegas a España, te sorprende que el español te hable de forma seca, al menos si lo comparamos con la ‘dulzura de los latinos’. Pero esta sensación – nos dice- desaparece cuando llegas a tratarlos.

“Nunca me he sentido discriminado, sino más bien acogido”. Al salir de Costa Rica, no lo hice por causas políticas, sino para estudiar. “Costa Rica tenía entonces, cuando yo me vine a España, 3 millones de habitantes, lo mismo que Madrid, y aquí obviamente mis opciones son mayores”, nos explica Fernando Silva. “La educación bucodental en España hace algunos años era muy buena, y eso era un incentivo para gente como yo”, nos detalla.

Fernando Silva mantiene su vínculo con Costa Rica. Su madre, viuda, sigue viviendo allí. “Mantengo en parte mi forma de hablar, aunque con el paso del tiempo, uno se vuelve algo híbrido, porque adoptas modismos españoles manteniendo el acento de Costa Rica”.

Cree que ambos países deberían conocerse más. La naturaleza podría ser un nexo de unión

Costa Rica es un país que vive de la explotación de la naturaleza, y el español es un amante de la naturaleza. Fernando Silva tiene dos hijas y un hijo, Adrián. Nos cuenta que cuando quieren alquilar un coche en Costa Rica para recorrer el país, y la gestión la hace su hermana desde su país. Procura no hacerlo en época de visita de los españoles, que es más cara.

Cree que el turismo “es la gallina de los huevos de oro” de Costa Rica y que se tiene que cuidar para que los turistas no elijan otros destinos. España “me ha dado la posibilidad de desarrollarme como odontólogo, pero algo más”, nos dice Fernando Silva.

Cuando me quedé viudo, nos recuerda, era según una amiga paciente “una alhaja con dientes”, ya que era un latino con un hijo discapacitado a su cargo. Pero consiguió casarse, rehacer su vida y tener una vida. Todo se lo debe a nuestro país.