La pintura pizarra es divertida, atrevida y desenfadada.

La hemos visto mucho en pequeños objetos caseros. Para un mueble es arriesgado y original. Lo mejor de esta pintura es que si eres muy mañosa con las manualidades la puedes hacer tú misma: Escayola, yeso en polvo o polvo de tiza, pintura acrílica del  color que queramos y agua.

Tímidamente ha ido colándose en nuestros hogares y poco a poco nos ha conquistado. Ahora está de moda, pero para integrarla bien en tu hogar has de tener en cuenta una serie de puntos.

Si quieres tener una pared de pintura pizarra en tu casa, ésta ha de ser totalmente lisa.  Busca una pared que reciba luz o esté bien iluminada. Al ser una pintura oscura puede que el efecto que logres es todo lo contrario, que te empequeñezca la habitación. Por eso has de valorar si es más conveniente tener tan solo un pequeño espacio en vez de una pared entera.  Quedará  igual de bien y el efecto será el mismo.

Una vez pintada la pared, aconsejan esperar unos días antes de ponerte a pintar con tiza para que la pintura se endurezca y sea una pizarra de verdad.

En la cocina me encanta y es de lo más útil. Haces  allí mismo las listas de la compra o apuntas la receta que vas a cocinar. Una vez todo comprado o preparado, lo borras.

cocinas

La ventaja que tiene es que vuelves a ser un niño y no pasa nada si pintas las paredes. Puedes dejar llevar tu creatividad y lanzarte a dibujar sin miedo. Esto es a la vez un inconveniente pues el dibujo o texto es perecedero, al borrarlo ya no lo recuperas.

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Origen: Pros y contras de decorar con pintura pizarra.