Francisco Menéndez Graíño, presidente de la Asociación Española de Cirugía Estética (Aecep), alertó este martes sobre tratamientos de belleza médica ‘low cost’, como botox inyectable o ácido hialurónico, que proliferan en Navidad, porque «muchas personas relacionan año nuevo con imagen nueva», y recordó que los inyectables permanentes como la silicona están prohibidos y deben evitarse porque dejan secuelas y su retirada nunca llega a ser completa.

El doctor Menéndez aconsejó, asimismo, desconfiar de la implantación de estos tratamientos cuando se hacen en lugares inadecuados (por ejemplo, fuera de clínicas médicas) o ante precios muy bajos. «Las falsificaciones están a la orden del día. Por desgracia todo se falsifica y no cuesta lo mismo un ácido hialurónico (AH) de alta calidad muy purificado que vende un laboratorio farmacéutico en jeringas estériles, que un kilo de ácido hialurónico comprado por Internet en el mercado chino o coreano. Se falsifica tanto que se han llegado a rellenar jeringas vacías con AH comprados a granel para que el paciente crea que se le está poniendo el AH original o de alta calidad», agregó.

Para Moisés Martín Anaya, secretario general de Aecep, «la única manera de que el paciente no caiga en estos fraudes que pueden suponer un serio problema para su salud es acudir a un profesional de confianza, puesto que el ciudadano no tiene por qué conocer los productos. La confianza hacia su médico le otorga la tranquilidad ante la técnica».

Martín Anaya recuerda que no existe una titulación específica para realizar un tratamiento médico estético y que cualquier doctor puede inyectar botox. Por este motivo, apela a la ética profesional e indica que los 18 años deberían ser el límite de edad para la belleza médica en clínica.